Después de muchas movilizaciones donde se ha reivindicado el aumento de plazas PIR, desde el Consejo de las Especialidades y comunidades autónomas estiman que el incremento sería alrededor del 3,5 por ciento; llegando hasta las 141 vacantes para la próxima convocatoria 2018-2019.
Aunque se mantiene la tendencia al incremento de plazas en Psicología Clínica, la evolución todavía sigue siendo muy inferior a la esperada por los representantes de esta rama.
La cifra puede variar al alza cuando las comunidades autónomas que tienen más protagonismo en el número de plazas que se ofertan, definan cuántas de ellas financiarán durante la próxima convocatoria. Además faltaría sumar los ajustes que se puedan implementar desde el mismo Ministerio de Sanidad.
La decisión será definitiva cuando se celebre la próxima Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Desde la Plataforma APPI, consideran que sería necesario alcanzar el volumen de residentes que ha propuesto la Comisión Nacional de la Especialidad, 163 vacantes.
Una preocupación del sector es que, en comparación con otras disciplinas de la formación sanitaria especializada, el aumento resulta insuficiente y que la razón se encuentre más en intereses económicos que asistenciales.
España cuenta con 4,3 psicólogos por cada 100.000 habitantes, es decir, cuatro veces menos profesionales por 1.000 habitantes que la media europea. Una situación que provoca que la espera de los pacientes para ser atendidos pueda llegar hasta ocho meses. La periodicidad de las consultas es dilatada en el tiempo y puede llegar a distanciarse tres meses aproximadamente. Ello implica que a menudo se abuse de la farmacología como medida de contención, lo que a la larga puede favorecer la cronificación de los trastornos.
La actual estructura de la psicoterapia en nuestro sistema sanitario impide un correcto trato al paciente por lo que se hace necesario reclamar un aumento de profesionales más allá de cubrir las jubilaciones. Además, resaltan su relevancia para poder cubrir las necesidades de una población cada vez más envejecida y con más posibilidades de desarrollar trastornos mentales.
La sociedad demanda cada vez más atención en salud mental, lo que requiere un mayor número de especialistas en este campo, para atender las necesidades de todos los pacientes, en una población cada vez más envejecida.